¿Cómo hacer las conclusiones de un TFG?

El Trabajo Final de Grado (TFG) es fundamental en la carrera profesional de una persona. Es un trabajo autónomo que los estudiantes de una carrera de grado realizan bajo la orientación de un tutor que actúa como facilitador en el proceso de aprendizaje del alumno. Es un trabajo que debe ser original y donde se desarrolla un estudio o investigación de interés de la persona. En esta ocasión, queremos hablar particularmente de las conclusiones de un TFG y ayudarte a que puedas hacerlas de la mejor manera.

¿Qué son las conclusiones de un TFG?

Siguiendo lo mencionado con anterioridad, podemos decir que las conclusiones de un TFG son las reflexiones finales, aquellas ideas que cierran el trabajo y que comprueban la consistencia de la argumentación que se ha esbozado a lo largo del trabajo. Básicamente, estas conclusiones son las que demuestran si la metodología y los datos desarrollados previamente han sido correctos para poder alcanzar los objetivos del trabajo a la hora de su propuesta.

De ello se desprende que es necesario tener el trabajo finalizado para poder realizar las conclusiones de un TFG. Si los argumentos han sido bien expuestos, si la estructura del trabajo es correcta, si la metodología es adecuada, la elaboración de las conclusiones será algo sencillo que se desprenderá claramente de la investigación efectuada.

¿Qué hay que lograr con las conclusiones de un TFG?

Para poder redactar adecuadamente las conclusiones de un TFG, es muy importante tener en claro antes qué es lo que se quiere lograr con ellas. Es decir, es necesario enfatizar respecto de la importancia de los objetivos que se han propuesto y que han dado inicio a la investigación como tal. 

Lo que se va a buscar a través de las conclusiones es retomar los resultados de la investigación y presentarlos de una forma resumida y reflexiva. Se explicará que estas conclusiones se desprenden de lo desarrollado en el resto del trabajo, a la vez que se redactarán las conclusiones que se consideren más relevantes de cara al trabajo en particular y a los objetivos detrás de los cuales fue planteada.

¿Cómo hacer una conclusión de un TFG? guía básica

Las conclusiones de un TFG son un epígrafe que se coloca al final del trabajo. Esto quiere decir que se colocan al final del resto de los epígrafes. Algunas de las principales claves a tener en cuenta para redactar las conclusiones de un TFG son las siguientes:

Centrarse en los objetivos

La primera clave al redactar la conclusión es centrarse en los objetivos que han planteado el origen del trabajo. A partir de allí, es importante buscar responder de forma ordenada a cada uno de esos objetivos, evitando que se solapen entre sí.

Para poder hacerlo de la mejor manera, una buena práctica puede ser preguntarse de qué manera cada apartado redactado contribuye para alcanzar los objetivos del Trabajo Final de Grado. Es la respuesta a esa pregunta lo que permitirá desarrollar de qué forma esas metas se han cumplido.

Conectar con la introducción

Un punto muy importante a tener en cuenta a la hora de redactar las conclusiones de un TFG es mantener la coherencia entre los distintos epígrafes que se van desarrollando a lo largo del archivo. Pero, en particular, hay que decir que la conclusión aporta información derivada de la investigación, pero siempre siguiendo el planteo que se ha desarrollado en la introducción del TFG.

La relación entre la introducción y la conclusión debe ser coherente y lograr que estén bien conectados entre sí. Además, es importante tener en cuenta que es común, a la hora de la primera presentación, que las personas no tengan tiempo de leer la totalidad del trabajo. En ese caso, la introducción y las conclusiones deben ser claras y estar bien conectadas, debido a que pueden ser las partes que se lean en la presentación.

Elegir el formato

Existen distintas formas de redactar las conclusiones de un TFG. Se puede hacer a través de guiones, de enumeraciones, de párrafos sin enumerar, entre otras cosas. Lo más importante es que se elija el formato que mejor se adecúe a ese trabajo en particular.

Ser conciso 

Las conclusiones deben estar redactadas de manera ordenada pero, además, de forma clara y bien concisa. De esta manera, el lector, aún estando fuera del proyecto, debe poder entender de qué forma las conclusiones responden a los interrogantes que se han investigado a lo largo del trabajo. Es necesario evitar perderse en argumentos u oraciones muy largas, optando por un formato de redacción que sea claro, directo y al grano.

Exponer las limitaciones

Todo TFG va a aportar una nueva mirada a un área de investigación o a un tema. Sin embargo, en el ámbito académico siempre habrá limitaciones a dicha investigación. Estas deben ser expuestas en las conclusiones, demostrando honestidad y también madurez profesional frente a los miembros del tribunal evaluador del trabajo. Dichas limitaciones se pueden exponer a través de críticas a la propia metodología de investigación o a la falta de fuentes, entre otras posibilidades. 

Hacer referencia a la importancia del trabajo

Finalmente, además de escribir acerca de los objetivos del trabajo y cómo estos se han alcanzado, las conclusiones deben también hacer referencia a por qué ese trabajo en particular es importante y cuáles son los aspectos novedosos que este aporta. Además, las conclusiones deben poder dar cuenta de qué es lo que se podría continuar investigando en el mismo rumbo para completar las conclusiones y obtener más información.