¿Qué estudia el otorrinolaringólogo?

Para un cuidado integral de la salud, es necesario acudir a los médicos que se especializan en el tratamiento de diversas enfermedades. Si presentas problemas de audición, dolor de garganta o vértigos, tu primera opción debe ser un otorrinolaringólogo.

Los mismos han realizado una residencia de varios años, que les ha permitido conocer los síntomas y causas de patologías que afectan la nariz, oído y garganta. Al visitarlos, te harán una evaluación general y, posteriormente, te indicarán las pruebas que consideren necesarias.

Se les conoce también como otorrinos o los ORL, como una manera de simplificar el nombre de la especialidad. Aquí encontrarás una amplia información sobre lo que hace y las pruebas que realiza un otorrinolaringólogo.

¿Qué hace un otorrino?

Este es un médico que se ha especializado en el tratamiento de personas que sufren alteraciones en la zona de la garganta, nariz y oído. Igualmente, atienden patologías que se manifiestan en distintas áreas de la cabeza y el cuello.

Se enfocan en los problemas que ocurren en los senos paranasales, cavidad oral, faringe, garganta y oído. A diferencias de otros médicos, como los internistas, los otorrinos pueden hacer el tratamiento integral del paciente, ya que están capacidad de realizar cirugías.

Por tanto, se encargan del diagnóstico, tratamiento y seguimiento durante toda la evolución de la enfermedad o alteración que se presenta. Para esto, deben contar con estudios especializados en otorrinolaringología.

Debido a la amplitud de los problemas que atienden, es frecuente que las personas acudan a estos profesionales para evaluaciones periódicas. Los encargados de atender las residencias de ancianos en Albacete, consideran que sus residentes deben visitar el otorrino al menos una vez al año, para mantener una mejor calidad de vida.

Los otorrinos se enfocan en 4 áreas, donde pueden abordar el tratamiento de diversas enfermedades y alteraciones:

Oído

Una de las principales patologías a las que se dedican es la pérdida de audición, haciendo diagnóstico de posibles causas y soluciones. Esta patología afecta a un gran número de personas en el mundo, particularmente a los adultos mayores, por lo que los expertos en residencias de ancianos en Albacete, recomiendan a sus residentes acudir al otorrino de manera regular.

Otras enfermedades del oído que tratan los otorrinos, son las siguientes:

  • Otitis tanto en el oído externo como medio.
  • Tapones de cerumen que dificultan la audición.
  • Presencia de ruidos en la parte interna del oído (tinnitus).
  • Alteraciones del equilibrio, las cuales se manifiestan con mareos o vértigos.
  • Problemas congénitos asociados al oído, como la microtia (oreja muy pequeña y con malformaciones) y la anotia (ausencia de oreja).
  • Perforaciones en el tímpano.
  • Quistes ubicados detrás del tímpano (colesteatoma).

Nariz

Uno de los problemas más frecuentes que atienden estos especialistas es la sinusitis crónica (acumulación de líquido en los senos paranasales). Por tanto, se preocupan de que sus pacientes tengan una buena condición de la cavidad nasal, además de tratar:

  • Rinitis alérgica (inflamación de la mucosa nasal causada por algún alérgeno).
  • Desviaciones del tabique nasal y otras deformaciones en la nariz.
  • Presencia de pólipos nasales.
  • Problemas que afectan el sentido del olfato en el paciente.
  • Alteraciones respiratorias asociadas a la nariz.

Garganta

Aunque la garganta involucra directamente la faringe, también el otorrino atiende las patologías de la cavidad oral y la laringe. Estas estructuras intervienen en la producción de sonidos, respiración y parte del proceso digestivo, por lo que afecciones en esta zona, impactan sobre varios procesos del cuerpo.

  • Tratamiento de las adenoides inflamadas.
  • Problemas tanto de apnea del sueño como ronquidos.
  • Infecciones en las amígdalas (incluida la extirpación quirúrgica cuando es necesario).
  • Trastornos de la voz, como la disfonía.
  • Alteraciones en las cuerdas vocales.
  • Eliminación de cuerpos extraños alojados en la garganta.
  • Problemas al tragar.
  • Faringitis y laringitis.
  • Presencia de lengua anclada al nacer (anquiloglosia).
  • Pólipos y tumores en la zona de la garganta.

Cabeza y cuello

En esta área se ubican numerosos ganglios que forman parte del sistema linfático, como los nervios que controlan los sentidos de la vista, olfato y gusto o los gestos de la cara. Así, las patologías en esta área llegan a afectar negativamente las funciones normales del organismo.

El otorrino se encarga de tratar distintas alteraciones y enfermedades que se presentan en la cabeza y el cuello, como:

  • Presencia de parálisis facial.
  • Cirugías plásticas para corregir problemas de funcionamiento en orejas (otoplastia) o nariz (rinoplastia).
  • Inflamación de ganglios linfáticos en la región del cuello.
  • Diversas lesiones cutáneas.
  • Cáncer que afecta la cavidad oral, zona de las glándulas salivales, faringe, laringe, nariz o base del cráneo.
  • Reconstrucciones faciales.

Con base en la primera evaluación de los síntomas del paciente, el otorrino elabora un diagnóstico preliminar, que le permite determinar las pruebas más adecuadas en cada caso. Las más comunes que se suelen indicar, son:

Equilibriometría

Se indica cuando la persona llega al consultorio indicando la presencia de mareos y vértigos, lo cual puede ser señal de alteraciones del equilibrio. Se incluye generalmente una posturografía, en la cual el paciente intenta mantenerse estable en distintas situaciones, como en una plataforma de movimiento donde recibe distintos estímulos visuales.

También se realizan videonistamografías, donde se hace seguimiento del movimiento ocular al estimularse el laberinto del oído o mover la cabeza. Esto permite determinar el origen de los vértigos que sufre la persona y seguir la evolución del tratamiento.

Análisis acústico (audiología)

Una de las pruebas más comunes que efectúa un otorrino, con la finalidad de determinar las causas de los trastornos auditivos y determinar el grado de sordera. Entre otras, se realizan audometrías (valoración de la capacidad de escuchar distintos sonidos) o la impedanciometría (permite la exploración física de la parte media e interna del oído).

Los profesionales encargados de la atención en residencias de ancianos en Albacete, recomiendan a sus residentes realizar esta evaluación cuando presentan problemas auditivos. Si buscas un centro auditivo de Albacete, consulta el más cercano al sitio donde vives y acude con el otorrino.

Rinología

Aquí se hace una completa evaluación de la zona de la nariz y las fosas nasales, que permiten determinar si hay alteraciones respiratorias. Para esto, se inicia con una endoscopia nasal, la cual se hace introduciendo una fibra óptica rígida o flexible por las fosas nasales.

Además, si se perciben problemas para respirar, es posible hacer una rinomanometría para cuantificar el flujo de aire nasal. De esta forma, se determina si hay algún conducto taponado o el aire fluye de igual manera en ambas fosas nasales.

Laringoscopia

Se utiliza una fibra óptica rígida o flexible, la cual se introduce por la garganta con la finalidad de estudiar internamente la zona. La fibra va conectada a una cámara, que permite al otorrino visualizar el estado de laringe, faringe y cuerdas vocales.

Estroboscopia

Si se requiere un estudio detallado de la condición de las cuerdas vocales, se suele usar esta prueba, en la que se usa un sistema de iluminación especial. Se van proyectando destellos de luz, permitiendo ver la vibración de las cuerdas vocales.

La estroboscopia se hace con un endoscopio rígido o uno flexible, permitiendo determinar las causas de la disfonía. Con esta prueba se detectan pólipos, nódulos, tumores pequeños o infecciones que tienen incidencia en el funcionamiento de las cuerdas vocales.

Pruebas de alergia

Cuando el paciente muestra síntomas de rinitis, es necesario determinar si es alérgica y el tipo de alérgeno que lo afecta. Para esto, lo más frecuente es hacer una prueba cutánea, en la que se inyecta en la piel una pequeña gota de la sustancia sospechosa de causar la alergia.

Posteriormente, se observa la reacción que se manifiesta en la persona y es posible indicar el tratamiento más adecuado. Igualmente, se hacen análisis de sangre especiales para determinar inmunoglobulinas totales o específicas para un alérgeno.

Sí, es el mismo especialista, pero las personas suelen acortar el nombre para hacerlo más sencillo de pronunciar. De hecho, encontrarás referencia a estos médicos como ORL, que es otra forma de simplificar el complejo nombre la especialidad.

Es interesante conocer que en el término otorrinolaringólogo, se incluyen las distintas zonas que tienden los mismos. Esta palabra en origen viene del griego, donde “otos” hace referencia al oído, “rinos” a la zona de la nariz y “láryngos” al área de la garganta.