Traductores jurados: qué son y requisitos para serlo

El derecho jurado es una profesión mixta que combina el ámbito del derecho y de las leyes con el ámbito de la traducción y la interpretación, y de esta rama conjunta surgen los profesionales conocidos como traductores jurados, quienes se encuentran a caballo entre estas dos profesiones. Los traductores jurados tienen un papel principal a la hora de traducir y otorgar validez a ciertos documentos legales; sin embargo, muchas veces se confunde su papel y sus tareas con las de otros profesionales similares.

A día de hoy, existen numerosos tipos de traductores y es muy común que podamos pensar que un traductor especializado en el campo jurídico es capaz de realizar todo tipo de trámites legales, pero lo cierto es que esto es falso. Por norma general, se diferencia claramente entre la traducción jurada y la traducción jurídica, y por eso en este artículo nos vamos a centrar en la traducción jurada, pues es esta la que se considera la única oficial a la hora de validar los documentos de carácter legal.

Si quieres descubrir quién es y qué hace un traductor jurado y cómo puedes acceder a esta profesión, te contamos los requisitos y el sueldo de este tipo de profesional para que puedas tener una pequeña guía que te indique cómo conseguir convertirte en traductor jurado. 

¿Qué es un traductor jurado?

Un traductor jurado es un profesional que ha estudiado tanto leyes y derecho como traducción e interpretación para poder alcanzar este puente entre las dos profesiones y considerarse un experto en ambos ámbitos. A grandes rasgos, un traductor jurado oficial es el traductor que ha sido acreditado por el Ministerio de Asuntos Exteriores para otorgarle validez legal a cualquier documento extranjero a través de su sello y su firma.

Esto quiere decir que un traductor jurado no solo se encarga de traducir cualquier tipo de documento de un idioma a otro, sino que también es él mismo el que promete validez y se asegura de que la información que se traslada de un idioma al otro resulta legítima, veraz y totalmente fiable, pues es idéntica a la del documento original. 

De esta forma, este profesional es el único modelo de traductor que se considera un traductor oficial de cara al Estado, pues es él mismo quien utiliza su sello y su firma para legalizar estos documentos ante los organismos y las autoridades del país en el que trabaja.

Una de las preguntas más habituales es la de cuándo se necesita la ayuda de un traductor jurado o en qué momento se utiliza una traducción jurada oficial y por qué no puede un traductor jurídico llevar a cabo este trabajo. Pues bien, la respuesta es que las traducciones juradas se consideran traducciones oficiales y, por tanto, debido a esto, resulta imprescindible que se lleven a cabo por un organismo oficial y, en consecuencia, por un trabajador del Estado, de modo que solo pueden ejercer este derecho los traductores jurados.

Las traducciones oficiales de documentos extranjeros son las que realizan esos traductores jurados. Hablamos de cualquier tipo de trámite oficial relacionado con Hacienda, Seguridad Social, Inmigración, otros trámites laborales, judiciales, etcétera. Todos estos documentos deberán de llevar una firma y un sello que atestigüe la validez legal y, por tanto, deberán de ser revisados siempre por un traductor jurado, ya que las traducciones jurídicas carecen por completo de valor oficial.

Si te encuentras con la necesidad de contactar con un traductor jurado para llevar a cabo cualquier tipo de trabajo experto, puedes acudir a uno de los bufetes profesionales en https://geajuridicas.com/traduccion-jurada/, y ellos se encargarán de explicarte el trabajo, brindarte un presupuesto y ofrecerte la asesoría que necesites para poder llevar a cabo una traducción jurada de calidad bajo los estándares oficiales. 

Requisitos para ser traductor jurado

Tal y como hemos comentado, el trabajo de un traductor jurado se basa principalmente en dos ámbitos esenciales, que son el de la traducción y el del derecho. Por tanto, lo primero que hay que tener en cuenta es que un traductor jurado deberá de haber estudiado estas dos carreras, ya sea de forma independiente o cursando una de ellas a modo de carrera y la otra en forma de especialización mediante un máster. 

Hay que tener claro que es posible ser un traductor jurídico sin ser traductor jurado, pero, por contra, todos los traductores jurados podrán considerarse también traductores jurídicos. La diferencia principal es que para poder llegar a ser traductor jurado es necesario realizar el examen que convoca la oficina de interpretación de lenguas que forma parte del departamento de Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

Por este motivo, hay que tener en cuenta que para que un traductor pueda acceder a este examen debe de cumplir una serie de requisitos, que son los que mencionamos a continuación:

  • Contar con la mayoría de edad legal dentro del territorio español.
  • Tener la nacionalidad española o, en deferencia, la de un Estado miembro de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo.
  • Contar con el título español de licenciado universitario que corresponda al nivel 2 o 3 del marco español de cualificaciones para la educación superior.
  • Si, además, el aspirante cuenta con un título universitario obtenido en un país extranjero, deberá de estar en posesión de las credenciales de homologación de un certificado de equivalencia.

Una vez entendidos estos requisitos, es importante tener en cuenta que los conocimientos necesarios para poder superar las pruebas de las que se compone el examen varían entre conocimientos jurídicos, conocimientos relacionados con la traducción, terminología y gramática específica de estos dos ámbitos y, en especial, distintos idiomas; por lo que una persona que no esté versada en estos campos verá muy complicado poder superar el examen con éxito. 

¿Cómo ser traductor jurado?

Tal y como hemos comentado a lo largo de todo el artículo, para que un profesional pueda llegar a convertirse en traductor jurado debe de pasar un proceso tanto de estudios como de examen antes de poder acceder a dicho puesto oficial. 

Además de lo que hemos comentado en el punto anterior respecto al examen que hay que realizar para el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, también es necesario abonar una tasa de aproximadamente 37,15 €. 

El examen se divide en tres partes principales: la primera es un ejercicio centrado en la terminología y en la gramática castellana que cuenta con una duración de 75 minutos; la segunda parte del examen será únicamente accesible para aquellos que hayan aprobado la primera y consta de 3 pruebas relacionadas con la traducción; finalmente la última prueba será realizable solo por aquellos que hayan superado las dos pruebas anteriores y en ella el interesado deberá de realizar una interpretación consecutiva de una duración de 20 minutos.

Una vez que la persona haya superado con éxito las pruebas y aprobado el examen deberá de presentar unos documentos dentro del plazo de entrega a la oficina de interpretación de lenguas para que esta pueda dar de alta al profesional como traductor jurado. Estos documentos son el título de la homologación del grado y el DNI, y con ello el traductor obtendrá su número de traductor jurado y su título, sello y carnet acreditativo personal. 

¿Cuánto gana un traductor jurado al mes?

Una de las preguntas más habituales respecto a estos profesionales es la del salario del que disfruta un traductor jurado. Lo cierto es que responder esta pregunta es algo complejo, ya que el sueldo depende de muchos factores. Principalmente, lo más interfiere en el sueldo de un traductor jurado es el idioma en el que trabaje, pues las traducciones funcionan por idiomas y suelen pagarse más conforme menos traductores hay especializados en ese idioma.

La mayoría de traductores jurados especializan en traducciones en español y en inglés, pero aquellos traductores que se especialicen en traducciones de chino, ruso, polaco y otros idiomas similares, pueden llegar a alcanzar cifras mucho más elevadas.

Ahora sí, por norma general, se entiende que una traducción jurada puede rondar desde los 40 hasta los 80 € a nivel nacional; pero también hay que tener en cuenta que cada bufete de abogados puede trabajar con sus propias tarifas.

De esta forma, se puede establecer que, de una forma generalizada, un traductor jurado que trabaje dentro del territorio español especializado en español a inglés, puede tener un sueldo bruto que ronde perfectamente los 1400 € o incluso los 1600 € mensuales, dependiendo del caché, de su experiencia y de muchos otros factores personales y del entorno, tal y como hemos mencionado anteriormente.